¿Conoces esa sensación en la que la vida va tan deprisa que da vértigo y pasa tan rápido que asusta? Esa es la sensación que tengo en mi vida, hago tantas cosas y hay tantas más que quiero hacer que siempre me falta tiempo...
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Parecido ha ido transcurriendo el verano, sobre todo cuando iniciamos el viaje bloquero. Subimos a Suiza, llovía, nos desplazamos a Austria, un par de días de bloque, viaje a Alemania a recoger a Marieta… Después? Después un imprevisto nos obligó a hacer un kit kat en el tiempo y nos trajo de vuelta a casa, un imprevisto que nos recuerda que hay que diferenciar claramente lo que es banal de lo sustancial, disfrutar del camino y ser feliz.
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Galtüt
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Tras unos familiares y recuperadores días en casa, seguimos sumando km hasta de Tarifa. Parece que nos patrocina alguna petrolera! Merece la pena acabar las vacaciones en las mejores playas y una zona bloque muy agradable, Bolonia.
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Además de la melancolía ligada a septiembre, me quedan los buenos recuerdos de un largo, divertido e inesperado verano. Lo mejor, como siempre, todos con los que he tenido la suerte de compartir mis vacaciones:
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